Los Tsunamis son una serie de ondas de longitud y periodo sumamente largos, normalmente generados por perturbaciones asociadas con terremotos que ocurren bajo el fondo oceánico o cerca de él. Así mismo las erupciones volcánicas, los deslizamientos de tierra submarinos, los derrumbes costeros de montañas, y el impacto en el mar de un meteorito de gran tamaño, también pueden dar origen a la generación de un tsunami. Estas ondas pueden alcanzar grandes dimensiones y viajar por toda la cuenca oceánica perdiendo poca energía. Al acercarse a aguas someras se amplifican y aumentan en altura, inundando áreas bajas; y donde la topografía submarina local provoca amplificación extrema de las olas, estas pueden romper y causar daños importantes. Los tsunamis no guardan relación con las mareas. Los Tsunamis pueden ser de origen cercano o de origen lejano.
Tsunami Local: Proveniente de una fuente cercana con efectos destructivos en costas situadas a menos de 1 hora de viaje de la onda del tsunami o típicamente alrededor de 200 km de esta fuente.
Tsunami Regional: Tsunami capaz de causar destrucción en una región geográfica en concreto, normalmente situada a 1.000 kilómetros como máximo de su fuente, o en zonas situadas de 1 a 3 horas de tiempo de viaje de las ondas del tsunami. Ocasionalmente, los tsunamis regionales también tienen efectos muy limitados y localizados en zonas fuera de la región.
Tsunami Lejano: Tsunami originado por una fuente distante, generalmente a más de 1 000 kilómetros o a más de 3 horas de tiempo de viaje de las ondas de tsunami desde su origen. Normalmente empiezan como un tsunami local que causa gran destrucción cerca de la fuente y sus ondas siguen viajando por toda la cuenta del océano con energía suficiente para causar destrucción en costas ubicadas a más de 1000 kilómetros de la fuente.